Quito, Pichincha ­– El presidente de la República, Lenín Moreno, lideró la mañana de este martes 12 de noviembre la ceremonia de posesión del Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y del Comandante General de la Fuerza Terrestre. El evento se realizó en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro (Parcayacu) con la participación de autoridades militares y del Ejecutivo.

El Primer Mandatario impuso la insignia de mando al General de División Luis Lara Jaramillo, quien asume el cargo de Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas; mientras que el ministro de Defensa Nacional, Oswaldo Jarrín, entregó el correspondiente emblema al General Luis Altamirano Junqueira, designado como Comandante General del Ejército.

El Jefe de Estado felicitó a los mandos militares por el ascenso alcanzado, por cuanto constituye una “garantía de una gestión exitosa en las delicadas funciones hoy encomendadas”. Y señaló que “nuevos comandantes: cuentan siempre con el apoyo del Gobierno y de su país. Ustedes lo saben; nuestra única meta es el desarrollo y la prosperidad”.

En el acto, el Presidente agradeció a las Fuerzas Armadas por su invaluable labor realizada durante las manifestaciones suscitadas a inicios del mes de octubre, las cuales estuvieron marcadas por un alto índice de violencia y protagonizadas por “delincuentes disfrazados de manifestantes”, quienes violentaron derechos fundamentales de la ciudadanía, como el derecho a trabajar y a movilizarse libremente, a la seguridad y a la paz. “Sabemos que -independientemente de quienes las comanden- nuestras Fuerzas Armadas siempre cumplirán con su sagrada misión. Ya lo demostraron cuando tuvieron que enfrentar los sucesos de octubre pasado y lo hicieron con honor, con alto profesionalismo. Gracias a ustedes las afectaciones a bienes y a servicios públicos y privados no fueron mayores”, puntualizó.

En este sentido, realizó un reconocimiento público a los militares que en el ejercicio de sus funciones durante las paralizaciones fueron violentados: “soportaron insultos, humillaciones, vejámenes, agresiones, incluso secuestros, y supieron enfrentar tanta violencia sin disparar un solo tiro”, resaltó.

Entre ellos, mencionó al coronel Octavio Rosales, quien fue retenido con dos equipos de combate en Tumbaco; al capitán Rafael Soto y sus compañeros que brindaron seguridad oportuna a la Asamblea Nacional; y al mayor de sanidad Jorge Changoluisa y la doctora Ivonne Orozco, quienes fueron interceptados en Pujilí mientras transportaban a una paciente desde Riobamba hasta Quito, pero fueron amenazados de ser quemados en la plaza pública y de aplicarles justicia indígena. “Su valentía es ejemplar. Por todo ello somos enfáticos al afirmar que, así como los derechos humanos no distinguen uniforme, edad, vestimenta, creencia, ni color de piel, la aplicación de la Ley tampoco. También la Ley es para todos sin excepción”, sentenció.

El Mandatario, destacó que la confianza depositada en las fuerzas militares “nos da la plena seguridad de que nunca más habrá espacio para la violencia en calles y carreteras de Ecuador”. Y agradeció al ministro Oswaldo Jarrín por “su aporte patriótico, profesional, humanista, [que] fue determinante para la defensa de la democracia y la institucionalidad de la Patria”.

Antes de concluir su alocución, en referencia a la Ley de Crecimiento Económico, el Presidente de la República ratificó que las instituciones de seguridad social: ISSFA, IESS e ISSPOL, por mandato constitucional y legal son entidades públicas que tienen autonomía administrativa y financiera.

Por su parte el general de División y Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Luis Lara Jaramillo, exaltó las acciones ejecutadas por esta institución en observancia de los derechos humanos, en el restablecimiento de la paz y la garantía de la seguridad ciudadana en las jornadas de movilización de octubre.

Anunció que las Fuerzas Armadas han empezado una profunda transformación y modernización. Informó que el primer gran desafío es el fortalecimiento de las capacidades estratégicas conjuntas, para lo cual es imprescindible mejorar los medios militares para la defensa de la soberanía y consolidar estrategias de ciberseguridad y ciberdefensa. También mencionó que se requiere la optimización de la educación superior militar, así como la protección legal a las operaciones del personal militar, entre otros. 

“Esta es la visión que se expresará en el Plan Estratégico 2030 de las FF.AA. (…) Este proceso de transformación requiere el imprescindible apoyo del Gobierno Nacional, que nos permitirá mantener y fortalecer las capacidades operativas necesarias para cumplir nuestra misión de defender la soberanía y proteger los derechos y libertades de nuestro pueblo”, señaló.

Además, extendió un agradecimiento al Presidente por la designación realizada y comprometió su trabajo, dedicación y esfuerzo profesional para consolidar el futuro de las Fuerzas Armadas.

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