Tena (Napo).- Ecuador se ha convertido en el país donde los sueños se hacen realidad y donde todos los ecuatorianos son importantes. Esta noche, miles de amazónicos fueron testigos de que las promesas se cumplen y en esta ocasión fue con la inauguración de Ikiam, la universidad del bio conocimiento.

El Vicepresidente de la República, Jorge Glas, solemnizó la apertura del nuevo centro de estudios superiores, uno de los cuatro que construye el Gobierno Nacional y que están encaminados a llevar al país a la excelencia educativa. El segundo Mandatario no pudo ocultar su emoción al ingresar al campus y confesó que su corazón volvió a palpitar al mismo ritmo que cuando llegó a la Escuela Politécnica del Litoral, la cual su querida universidad.

Ikiam, ubicada en el corazón de la Amazonía, provincia de Napo, fue construida para aprovechar la Amazonía como el laboratorio natural más grande del planeta. Por eso, su construcción no solo interesa a los ecuatorianos sino a profesionales del mundo, quienes colaborarán como profesores y emprenderán sus investigaciones este centro.

El Vicepresidente sostuvo que esas características convierten a Ikiam en única y que sus estudiantes serán quienes apuntalen su prestigio y llevarán al Ecuador hacia una nueva economía, donde el conocimiento será el motor del desarrollo. “Este es otro paso para el futuro del país”, recalcó.

Este centro de educación superior también es una reivindicación histórica con los habitantes de la Amazonía, quienes fueron abandonados por décadas a pesar de que desde esta tierra salió la riqueza petrolera. Por eso, Glas recordó que el Gobierno de la Revolución Ciudadana es el que más ha trabajado por esta región. En los últimos siete años, se han invertido más de 4.200 millones de dólares en obras a favor de los amazónicos. “Con la Revolución Ciudadana vamos a garantizar que el pasado no regrese a la Amazonía”.

El Mandatario recalcó que Ikiam será un cambio cultural y educativo del país. “Felicitaciones jóvenes, son la generación del conocimiento”, manifestó Glas y con esta frase inauguró formalmente Ikiam, otro sueño hecho realidad. CIT / El Ciudadano