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Ciudadanos de Santay no envidian a ninguna ciudad del mundo

Guayaquil (Guayas).- El puente Santay, obra de ingeniería de punta que une a la isla del mismo nombre y Guayaquil, causa satisfacción completa a los guayaquileños, duraneños y en general a los ecuatorianos por la unidad que se da entre estos pueblos.

La obra del Gobierno nacional, que para muchos era un sueño, hoy se hace realidad al abrir su acceso y permitir que los dos lugares se unan a tan solo 10 minutos a pie. El permitir una comunicación inmediata entre Santay y Guayaquil es un trabajo que elimina las barreras que tenían los ciudadanos de llegar a estos dos puntos.

El puente cuenta con una longitud de 840 metros y un tramo tiene la facilidad de elevarse para permitir el paso de las embarcaciones que atraviesan el río Guayas. Ahora el manso Guayas, además de tener en sus aguas a los diferentes navíos, será atravesado por los ciudadanos, quienes podrán visitar el pulmón del Guayas, la isla Santay.

Esta realidad causa emoción, alegría y sobre todo satisfacción en los ciudadanos, tal como lo comenta el ciudadano John Rodríguez, “no tenemos nada qué envidiar a las grandes ciudades del mundo. Nuestro Presidente nos entrega obras que permiten que vivamos bien, en familia y respirando aire puro”, acota el ciudadano.

De la misma manera, Rafael Aguayo recuerda que la isla Santay quería ser urbanizada hace años atrás por ciertas autoridades, lo que impediría que en la actualidad se cuente con esta obra que da lugar a conocer las maravillas que tiene Santay.

Por parte del ciudadano Wilson Muñoz, “la ausencia de intereses personales del Presidente Correa ha permitido que, a diferencia de otras autoridades presidenciales, el Ecuador tenga obras que eran necesarias para mejorar el estilo de vida de cada uno de nosotros”.

De esta manera, los ecuatorianos expresan su satisfacción por ver obras que eran de prioridad para el país y así avanzar al ritmo acelerado de países de primer mundo. EFC/El Ciudadano.


 

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