¡Bravo, Ecuador! ¡Ahora, a cuidarse de los grandes chicos malos!
Por Shobhan Saxena
Esto es lo que se llama coraje. Éste es el poder de la convicción. A pesar de que los grandes chicos malos de la política mundial -EE.UU. y el Reino Unido- trataron de que el Presidente del Ecuador, Rafael Correa, diera su brazo a torcer y se volviera sumiso, el líder sudamericano mostró cuán audaz es al darle asilo a Julian Assange, el fundador de Wikileaks quien ha cambiado la naturaleza del periodismo y la forma en que los gobiernos hacen sus negocios -sus negocios sucios.
Correa es un hombre de convicciones. Ha luchado contra los magnates del atraco en el Ecuador -siempre respaldados por EE.UU.- y contra los medios de comunicación de derecha que han estado en su camino en la presidencia del país. Representa a esa generación de líderes izquierdistas de América del Sur que se niegan a ceder a la presión de EE.UU. y se rehúsan a ser tratados como el patio trasero de dicha nación.
En su entrevista con Julian Assange en su programa en el canal de televisión Russia Today (RT) hace unos meses, Correa fue claro en lo que piensa sobre Washington. Cuando Julian Assange le preguntó ¿qué es lo que «el pueblo ecuatoriano piensa sobre EE.UU. y su involucramiento en América Latina y en el Ecuador»?, Correa dijo: «Evo Morales (el presidente boliviano) dice, el ‘único país que puede estar seguro de no tener nunca un golpe de Estado es EE.UU., ya que no tiene una embajada de EE.UU.'». ¡En el clavo!
Luego habló sobre cómo los estadounidenses financiaron y controlaron a la policía en el Ecuador -y por lo tanto la economía y política. Después de llegar al poder, Correa cortó esa entrega de dinero, y eso despertó cierta rabia en las unidades policiales. «Me gustaría decir que una de las razones que llevaron al descontento de la policía fue el hecho de que cortamos todos los fondos que la Embajada de EE.UU. proporcionaba a la policía. Antes y aún después de que asumimos el poder, tomó un tiempo poder corregir esto. Antes, había unidades policiales enteras, unidades clave, financiadas en su totalidad por la embajada de EE.UU. cuyos comandantes eran elegidos por el embajador de EE.UU. y pagados por EE.UU. Desde entonces hemos incrementado considerablemente los sueldos de la policía…».
El show de Julian Assange -uno de los mejores shows de televisión que ha existido- sirvió para abrir los ojos. Incluso después de que Assange entrase en la embajada ecuatoriana y dejara de hacer el show, RT continuó siguiendo la historia, pese a que el fundador de WikiLeaks casi desapareció de las pantallas de la BBC y la CNN. He estado siguiendo el drama del asilo de Assange durante meses y ahora está claro para mí qué es lo que los gobiernos occidentales realmente temen. Hablando en el canal en una entrevista el miércoles, Steve Wozniak, cofundador de Apple Computer con Steve Jobs en 1976, dijo: «En cuanto a WikiLeaks, me hubiera gustado saber más sobre el caso. A primera vista me suena a algo bueno. El denunciante sopló la verdad. La gente se enteró de lo que ellos habían pagado. Y el gobierno dice, ‘No, no, no. La gente no debe saber lo que han pagado».
Otra gran revelación provino de Kevin Zeese, quien ha llevado a cabo una campaña a favor de Bradley Manning, el soldado del ejército de EE.UU. que presuntamente filtró los cables a Assange y ahora se pudre en una cárcel de EE.UU. En declaraciones a RT, Zeese dijo que EE.UU. llama a Assange «terrorista de alta tecnología», porque «EE.UU. está asustado por la información difundida por Assange, ya que revela la corrupción en todos los niveles del gobierno de EE.UU.».
«Es una vergüenza para el Imperio de EE.UU., pero nadie ha sido asesinado por esto. No ha habido un debilitamiento de la seguridad nacional de EE.UU.», dijo Kevin Zeese, haciendo hincapié en que lo que realmente preocupa al gobierno es que el público vea lo que EE.UU. hace en su» día a día».
Zeese no es el único que expone la verdad detrás de las «amenazas veladas» de Gran Bretaña sobre asaltar la embajada del Ecuador en Londres y entregar a Assange a Suecia. Los británicos lo llaman su «obligación vinculante». Pero su intención es altamente sospechosa. Según David Swanson, escritor y activista, es probable que si Assange fuese extraditado a Suecia, sería entregado a EE.UU., donde será juzgado por espionaje, dada «la atipicidad de la extradición, sin cargos formulados».
La amenaza a la libertad de Assange es real. De acuerdo con un correo electrónico de la empresa de inteligencia estadounidense Stratfor, filtrado en febrero, los fiscales de EE.UU. ya habían emitido una acusación secreta contra Assange. «No para Pub. -Tenemos una acusación determinada contra Assange. Por favor proteger», escribió el oficial de Stratfor Fred Burton el 26 de enero de 2011, correo electrónico obtenido por el grupo de hacker activismo Anonymous.
Ahora, la pregunta es si Assange puede salir de la embajada de Ecuador en Londres, llegar al aeropuerto de Heathrow y tomar un vuelo al Ecuador. No es fácil. Los británicos -en completa violación de la ley internacional- podrían arrestarlo en el momento que salga del edificio. EE.UU. -en completa violación de la ley internacional- puede enviar aviones de combate y forzar a su avión a aterrizar en Guantánamo. Ellos ya lo han declarado terrorista (Lo que también convierte en terroristas a todos los periodistas y periódicos que han escrito y realizado informes basados en los cables filtrados).
Deshacerse de personas inocentes en nombre de la «guerra contra el terrorismo» es el nuevo negocio de EE.UU. Aunque parezca increíble, el presidente de EE.UU., Barack Obama, ganador del premio Nobel de la Paz, ha estado firmando personalmente sentencias de muerte para «terroristas», que a menudo resultan ser aldeanos comunes, granjeros, niños de escuela y mujeres de los polvorientos valles de Afganistán. Esto es Dronophilia -matar gente a control remoto, con un aparato sobrevolando sin piloto, con un misil que vuela a las personas en pedazos y que no se necesita confirmar si alcanzó su «objetivo».
Ecuador ha hecho lo correcto al dar asilo a Assange. Un pequeño país se ha enfrentado a los grandes matones de la política global, incluso cuando los llamados gigantes del nuevo orden mundial -India y China- han permanecido como mudos espectadores de todo este drama. Han fallado en hablar en nombre de la libertad de expresión, los derechos humanos y la transparencia en los asuntos públicos.
Julian Assange expuso los crímenes y los juegos sucios que juegan las grandes potencias. Entonces, fueron tras él. Ahora, el Ecuador le ha dado refugio. De seguro ahora perseguirán a este pequeño país. Es una buena excusa para inmiscuirse en los asuntos internos de América del Sur otra vez.
Ecuador hizo algo valiente, pero ahora tiene que tener cuidado. Tiene que ser muy cuidadoso. Todo el continente sudamericano debería tener cuidado…